domingo, 22 de marzo de 2009

El espacio político a disputar

Por Darío Olivera - Referente de Proyecto Sur / Paraná

La coyuntura electoral dispara una serie de debates que es necesario ordenar y encarar con decisión si es que pretendemos tener una participación importante en la misma.

Una primera cuestión es el tema del programa a levantar en la disputa electoral. En este sentido, las posiciones que ha venido sustentando Proyecto Sur nos da una base sólida. El programa levantado en las presidenciales del 2007 y nuevos elementos que se fueron sumando, como la lucha por el Tren para Todos establece un piso para la construcción del programa electoral.

La recuperación de nuestros recursos naturales: petróleo, gas y minería, un programa nacional agropecuario, la soberanía alimentaria y el rechazo al monocultivo sojero, el impulso a la creación de una nueva Junta Nacional de Granos y de Carne, el debate sobre una nueva ley de Entidades Financieras y de una Ley de radiodifusión, la reconstrucción del sistema ferroviario nacional y el impulso a programas universales de asignación por hijo, la defensa del medio ambiente, constituyen los pilares de una propuesta de carácter progresista.
Una segunda cuestión a debatir es la política de alianzas, que está íntimamente ligada a la cuestión del espacio político que pretendemos disputar.

Movimiento Proyecto Sur surgió a la luz en el año 2007 cuando esta etapa aún no mostraba signos de agotamiento, ni asomaban aún los conflictos que dominarían el escenario del 2008. Tampoco se avizoraban los efectos de la crisis, tanto internacional como interna. Kirchner finalizaba su mandato con altos índices de aceptación popular y la oposición política apenas atinaba a un discurso basado en denuncias y sin propuesta alguna.

En ese marco, Proyecto Sur, con una campaña electoral sin recursos y sin tiempo, con la ausencia en muchos distritos electorales, sin candidatos en otros, logró una performance mas que aceptable, dejando atrás a otras propuestas que invirtieron millones de pesos, como las de Sosbich y López Murphy.

El panorama que se avecina ha cambiado sustancialmente. El conflicto agropecuario ha producido un fuerte desgaste en el gobierno nacional pero simultáneamente ha permitido reorganizarse a los sectores de la derecha y el conservadorismo en torno a las figuras de Carrió por un lado y los neoperonistas junto a Macri por el otro.

El conflicto agropecuario mostró una sociedad polarizada entre el gobierno y toda una gama de variantes opositoras que iban desde los auténticos pequeños y medianos productores hasta los nostálgicos de las dictaduras militares. Todos encontraron en este conflicto una posibilidad de reorganizarse y retomar la iniciativa que habían perdido con la crisis del 2001/2.

Proyecto Sur mantuvo una posición con la propuesta de Retenciones Segmentadas y Soberanía alimentaria que buscó romper esa falsa polarización y nos ubicó en una posición que era vista con simpatía por sectores que se encolumnaban en ambos bandos. Lamentablemente el voto en Diputados, más allá de las razones esgrimidas, fue un error político que nos ubicó, en la consideración de importantes sectores que veían con agrado las posiciones de Proyecto Sur, en uno de los polos del conflicto.

Retomar esa ubicación política de ser críticos de todas las limitaciones y errores del gobierno siempre con propuestas superadoras, pero sin hacer el juego a la consolidación de la creciente derecha política, es nuestro mayor desafío en esta etapa.
Estamos frente a un gobierno que ha llegado a su techo. Pero también frente a una oposición que nos invita a volver a los 90.

En el imaginario de los sectores populares, el gobierno kirchnerista opera como una ruptura con el pasado menemista. Más allá de que mantenga muchas de las políticas que caracterizaron al neoliberalismo noventista.

Proyecto Sur debe ubicarse en ese imaginario popular y proyectarlo hacia propuestas superadoras, denunciando los verdaderos intereses que se esconden en las propuestas “opositoras” y las limitaciones políticas e ideológicas del kirchnerismo.

Debemos considerar que importantes sectores que aún mantienen un grado importante de aceptación hacia las propuestas gubernamentales se encontrarán con que estas propuestas estarán representadas en las urnas por calificados referentes de la derecha, como Reutemann, Busti, Schiaretti. Debemos trabajar sobre esas contradicciones y mostrar que Proyecto Sur constituye un paso adelante frente al retroceso que nos proponen estas figuras.

Es allí donde debemos ubicar nuestra propuesta y nuestro discurso. Constituirnos en la referencia de los sectores del peronismo que van por mas y de los sectores de la izquierda y centroizquierda que siempre han luchado por el cambio social.

La oposición basada en el antiperonismo o la vuelta a las políticas neoliberales ya tienen sus candidatos y seguramente jugarán a aquellos que mas posibilidad tengan de ganarle al gobierno. Nada podemos esperar de ellos. Ni en términos de votos ni en términos de construcción política.
Se equivocan quienes creen que candidaturas “rurales” nos darán el voto de los sectores agrarios. Estos sectores ya han elegido jugar todas sus fichas a quienes puedan ganarle al gobierno.

De estas decisiones depende el futuro de Proyecto Sur. O somos una referencia de los sectores nacionales y populares que luchan por la emancipación o somos solamente una variante opositora mas.

* Artículo obtenido del portal www.infosur.info

1 comentario:

  1. Interesante artículo. Da la sensación de que en el interior tienen una visión mucho más clara sobre como desarrollar políticas y expresarlas en un contexto de construcción popular. Expreso esta opinión porque lo que se lee (muy poco)de vez en cuando en algún diario, da la sensación de estar bastante distante de lo expresado en este artículo. Creo es mucho más interesante la opinión de D.Olivera.

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